La ecografía de tiroides, por la alta calidad de imagen y la ubicación superficial de la tiroides, se ha convertido en el mejor método de diagnóstico para patologías relacionadas. Aunque hay casos en los que puede ser preciso usar técnicas de diagnóstico complementarias, el ultrasonido y el ultrasonido con doppler han demostrado ya una gran utilidad en este campo.
Aplicaciones de la ecografía de tiroides
Pero ¿cuándo procede hacer una ecografía de tiroides? Cuando existe un bocio, hay sospecha de nódulos o el paciente tiene antecedentes de cáncer de tiroides o radiación cervical en la infancia, entre algunos otros casos, los ultrasonidos aparecen como una forma de detectar o descartar patologías tiroideas.
Detección de nódulos tiroideos
Los nódulos tiroideos son uno de los hallazgos que puede aparecer en la imagen por ultrasonido. Estos pueden ser benignos o malignos, y la ecografía nos ayudará a determinar si conviene hacer más pruebas.
En definitiva, la ecografía tiroidea permite definir la presencia de nódulos, su tamaño y su ubicación exacta, pero también otros factores importantes como la vascularización y si son o no nódulos sólidos.
La vascularización en sí misma no tiene por qué ser una señal de malignidad, pues hay nódulos benignos que también pueden tener vasos en su interior. Sin embargo, cuando esta va acompañada por otros motivos de sospecha sí que es procede hacer una punción y descartar problemas más graves o definirlos y decidir cuál va a ser la forma de proceder.
Ecografía doppler
La ecografía doppler es una técnica que permite, precisamente, analizar de forma cualitativa esta vascularización. Por ello se convierte en una buena herramienta diagnóstica, pero también en un valor añadido para la planificación quirúrgica.
En los casos en los que el paciente tenga que pasar por una cirugía, como cuando se ha diagnosticado un cáncer de tiroides, estudiar la zona con doppler es una muy buena forma de analizar los vasos cervicales.
Una herramienta pre o postoperatoria
Ya hemos adelantado en el párrafo anterior la utilidad que tiene la ecografía de tiroides, especialmente con doppler, a la hora de planificar la cirugía. Ahora hemos de destacar también sus ventajas para un seguimiento postoperatorio.
La ecografía hace posible descartar problemas inmediatamente después de la cirugía, pero también presenta grandes ventajas a la hora de hacer un seguimiento del paciente un tiempo después. Los hallazgos ecográficos o la ausencia de los mismos indicarán si la evolución está siendo positiva o si hay que hacer un cambio de enfoque en la forma de tratar al paciente.
Como ves, la ecografía de tiroides se ha convertido en una técnica diagnóstica de gran utilidad para el día a día de la práctica clínica. Contacta con nosotros y te asesoraremos para elegir el mejor ecógrafo.