Ecografía de mama: ¿en qué casos está recomendada?

La ecografía de mama constituye una excelente prueba complementaria a la mamografía, especialmente para las mujeres con mamas densas. Es precisamente de esto de lo que queremos hablarte en el presente artículo.

¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cuándo se recomienda especialmente? Te lo explicamos.

Ecografía de mama: una prueba complementaria a la mamografía

Y queremos hacer hincapié en la palabra «complementaria». Tengamos en cuenta, en primer lugar, que el cáncer de mama es todavía la principal causa de muerte por tumores malignos entre las mujeres, si bien es cierto que el pronóstico ha mejorado mucho. Por eso, los programas de detección a partir de los 40 años -antes, si hay factores importantes de riesgo- son fundamentales.

En este sentido, la ecografía de mama aparece como una excelente prueba complementaria a la mamografía, si bien no la sustituye. Hablemos de pros y contras.

Lo primero que has de tener en cuenta es que la ecografía de mama no detecta todos los tipos de cáncer, por lo que la mamografía sigue siendo necesaria. Sin embargo, también es cierto que esta prueba ayuda, sin quitar valor a la biopsia, a distinguir entre tumores malignos y otros problemas como puede ser un quiste. Además, en el caso de un cáncer ya detectado y tratado, incluso con una operación de por medio, la ecografía de mama se convierte en una muy buena herramienta para el seguimiento de la paciente.

Por otro lado, la ecografía tiene la gran ventaja de no emitir radiación. De esta manera, las mujeres embarazadas cuentan con una técnica para seguir con sus revisiones sin riesgos.

Muy recomendada para mujeres con mamas densas

Es justo en este caso en el que la ecografía de mama aporta más valor. El motivo es que una mujer con mamas densas tiene seis veces más probabilidades de llegar a tener un cáncer. En cambio, la detección por mamografía se hace mucho más compleja por la composición de la mama, que tiene más tejido no adiposo y menos tejido graso.

Para estas pacientes, la ecografía de mama se convierte en una técnica de detección complementaria y necesaria, pues la mamografía podría pasar tumores por alto. De hecho, la Sociedad Americana de Enfermedades Mamarias recomendó, ya en 2013, su inclusión en los protocolos de detección para estas mujeres.

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