La ecografía durante el parto es una técnica avanzada y revolucionaria que ya se está realizando en el Hospital Universitario de Torrejón, en Madrid. De hecho, la llamada ecografía intraparto es un recurso fundamental a la hora de realizar un diagnóstico y situar la altura y la posición de la cabeza del feto, cosa que facilita el parto a las mujeres y el trabajo a los profesionales.
Estas ecografías requieren de ecógrafos de alta gama por su complejidad, y están pensadas para reducir al máximo los posibles fallos en aquellos partos en los que se necesite utilizar instrumentos como fórceps, espátulas o ventosas, entre otros elementos intrusivos. En este sentido, también se recomienda realizar ecografías intraparto en los casos en los que el bebé venga de nalgas.
Según cuenta la Dra. Ana María Fidalgo, ginecóloga del Hospital Universitario de Torrejón, en un artículo de la web Mujer y madre hoy, «la ecografía intraparto es un método no invasivo». Además, también asegura que esta técnica apenas genera molestias y ofrece «mucha información sobre la presentación de la cabeza del bebé o el grado de encajamiento en la pelvis de las mujeres».
Otra de las virtudes que la Dra. Fidalgo destaca acerca de este tipo de ecografías es que, a medida que empuja, la mujer puede ver cómo se desplaza la cabeza del bebé, cosa que puede servirle de guía para facilitar el parto.
En general, la ecografía intraparto se recomienda antes de utilizar instrumentos, a lo largo de partos prolongados o duraderos o si existe la posibilidad de que el bebé se encuentre en posición occipito-posterior de forma persistente.
Aplicaciones de la ecografía intraparto
Durante los partos instrumentados es crucial saber en qué posición se encuentra la cabeza del feto para reducir riesgos y poder trabajar correctamente. De ahí la importancia de la ecografía. Normalmente, se realizan dos tipos de ecografías intraparto: la ecografía transabdominal, utilizada para hacer una valoración ecográfica de la variedad fetal y de su posición, y la ecografía transperineal, para medir el ángulo de progresión y dirección de la cabeza del feto.
Este tipo de ecografías obstétricas permiten obtener un diagnóstico preciso, con la posterior posibilidad de mejorar la toma de decisiones referentes al embarazo y el parto. Además, permite reducir de forma considerable las complicaciones obstétricas a lo largo del proceso.
Como ves, la aplicación de la ecografía para asistir durante los partos puede ser de gran ayuda y marcar una diferencia considerable. La versatilidad de esta técnica es muy amplia, y permite ayudar al profesional a mantener la salud y la integridad del feto.
El propósito último de este tipo de imágenes es el de garantizar la seguridad de la madre y de su bebé durante todo el proceso del parto, y gracias a esta técnica se están obteniendo excelentes resultados.
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